M.I. Edith Bonilla López
Candidata a Doctora en Ciencias del Agua
Miembro de la Cátedra UNESCO en Riesgos Hidrometeorológicos
Universidad de las Américas Puebla
edith.bonillalz@udlap.mx
No cabe duda de que la participación de las niñas y mujeres en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés) ha ido incrementando en las últimas décadas. Sin embargo, aún persisten los obstáculos a vencer para alcanzar condiciones ideales para nuestro desarrollo y aprovechamiento de potencial.
A lo largo de la historia, han existido mujeres extraordinarias que han dejado evidencia de las capacidades de este género en la ciencia. Por poner un ejemplo, únicamente 17 mujeres han ganado el premio nobel de física, química, o medicina desde Marie Curie (1903). Sin embargo, el número es muy bajo respecto a la cantidad de hombres que han recibido este reconocimiento (UNESCO, 2019). Otro ejemplo es el de las ganadoras de premios equivalentes al Nobel, pero en matemáticas, como Maryam Mirzakhani con la medalla Fields en 2014 o Karen Uhlenbeck, quien en 2019 ganó el premio Abel (Barral, 2021). Además, del total de los investigadores a nivel mundial en temas STEM, aproximadamente un 29.3% son mujeres (UNESCO, 2023).
Pueden existir motivos por los que la brecha de género en la ciencia aumenta según el grado de estudio, investigación y carrera profesional; los cuales, pueden estar relacionados con temas de identidad, obligaciones familiares, ambiente y condiciones laborales, entre muchos otros. Si bien, existen algunos tabúes en cuanto a la diferencia entre los hombres y mujeres, no hay evidencia de disimilitudes entre mecanismos neuronales de aprendizaje según el género, aún se requiere mayor investigación científica respecto a la relación de las hormonas con las capacidades cognitivas y el comportamiento. A su vez, la participación de niñas y mujeres en educación en áreas STEM dependerá de factores a nivel individual (biológicos, psicológicos), familiar, escolar y social, incluso de la calidad de los profesores (UNESCO, 2019).
En el documento «Descifrando el código: La educación de las niñas y las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM)” de la UNESCO (2019), se menciona la relación de las disciplinas STEM con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, por lo que contar con la perspectiva y visión de mujeres es un aspecto valioso, lo cual impulsa y promueve la excelencia científica. Algunas aportaciones que han destacado en esta línea son el progreso en temas de salud, agricultura, infraestructura, energías renovables, buscando erradicar el hambre y enfrentar el cambio climático.
En cuanto a los temas del agua, hasta hace poco se relacionaba a la mujer con la salvaguarda del recurso hídrico para uso doméstico y comunitario. Otra realidad es que, mientras las niñas de países desarrollados están tomando clases a las 8 am o formándose en diferentes aspectos, en zonas no desarrolladas (comunidades de África, Asia, Latinoamérica, incluso en municipios como Ecatepec, en el Estado de México) deben caminar más de 6 km diarios para ir a recolectar agua para su consumo, lo cual resulta en una desventaja y un obstáculo para su desarrollo (de la Sancha, 2024; Rodríguez, 2023). Incluso el género puede resultar en vulnerabilidad al momento de enfrentar riesgos hidrometeorológicos, debido al rol de la mujer dentro de la familia y comunidad.
Una revisión interesante es presentada por Ali et al. (2023), en la cual se analizaron entre otros aspectos, las contribuciones de las mujeres en el ámbito del agua, tanto en las aportaciones científicas, manejo del agua, educación, desarrollo profesional y liderazgo a nivel internacional. La Tabla 1 (ver slider), muestra un listado de científicas alrededor del mundo, que se han desarrollado profesionalmente en este tema.
Por su parte, en México existen diversas entidades e instituciones gubernamentales, no gubernamentales y de investigación en donde las mujeres pueden desarrollar todo su potencial científico y humano, alrededor de temas relacionados con el agua, por señalar algunas, está la Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), el Centro del Agua del Tecnológico de Monterrey, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Universidad de Guanajuato (UG), la Universidad de Guadalajara (UDG), la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), la Asociación Mexicana de Hidráulica (AMH), la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamiento de México A.C. (ANEAS), y la industria.
La Tabla 2 (referirse al slider siguiente), hace un esfuerzo por identificar a ingenieras, investigadoras y/o líderes del sector en México. Sin embargo, es complicado enlistar a todas las grandes mujeres que han tenido una participación relevante en nuestro país dentro de los diferentes roles y aspectos de toma de decisiones y el manejo del agua.
La representación de las mujeres en puestos laborales de instituciones u organizaciones gubernamentales, de investigación, académicas y de operación, relacionadas con el agua, también ha visto un aumento en las últimas décadas. En 2019, se identificó un 18% de trabajadoras en empresas de agua y saneamiento en 28 países, sin embargo, con el paso del tiempo, este número ha ido en incremento y se ha identificado que la inclusión de las mujeres en proyectos hídricos puede tener un impacto positivo en la efectividad de un 6% (World Bank, 2019). Para 2022, en la CONAGUA se contaba con un 39.5% de trabajadoras, de las cuales el 30% desempeñan cargos directivos, gerenciales y de mando medio de toma de decisiones. Por su parte, en el IMTA, al 2023 se cuenta con aproximadamente un 46% de colaboradoras.
Asimismo, entre algunos de los eventos internacionales como: la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua en Mar de la Plata (1977), el Decenio Internacional del Agua Potable y del Saneamiento Ambiental (1981-1990), y la Conferencia Internacional de Dublín sobre el Agua y el Medio Ambiente (1992), el Plan de Aplicación de las Decisiones de Johannesburgo de 2002 y la resolución sobre el Decenio Internacional para la Acción, “El agua, fuente de vida” (2005-2015), se reconoce e impulsa el papel central de la mujer en el manejo y control de los recursos ambientales (Ndey-Isatou Njie, s/f; Smart Water Magazine, 2021).
Otro aspecto interesante sobre el papel de las mujeres en la toma de decisiones y organización respecto al recurso hídrico se refleja en la creación de redes interdisciplinarias e intergeneracionales, tales como el caso del grupo de la EGU Google “WomenInHydrology” iniciado en 2020, seminarios de “Women Advancing River Research”, las sesiones técnicas “Women and Water”, entre otras (Ali et al., 2023).
Retomando lo comentado por la Dra. Alejandra Herrera durante la transmisión de la conferencia “Liderazgos Femeninos en la Asociación Mexicana de Hidráulica” del 2023 (AMH, 2023, 1h22m25s), se hace énfasis en que el concepto de la cuota de género no debe buscarse únicamente por alcanzar la presencia de la mujer en 50%-50%, sino que esta debe darse por convicción, capacidad y habilidad. Esta idea refleja una realidad adicional, que no solo se da para el caso de las mujeres; las personas que hacen ciencia deben de contar con la vocación y el gusto por el desarrollo de proyectos que busquen aportar a las soluciones de problemas a diferentes escalas. Por lo que, debe priorizarse la creación de oportunidades para el crecimiento profesional de las personas que deciden dedicarse a la generación del conocimiento, así como invertir en los proyectos de investigación.
Por otro lado, especial mención se debe hacer a aquellas mujeres que eligen por convicción, continuar sobre el camino académico y de investigación, generando conocimiento que sirva de base para la toma de decisiones sobre el cuidado y manejos de los recursos hídricos. Aprovechando el reflector, dentro del Doctorado en Ciencias del Agua de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), las egresadas, estudiantes y candidatas a este doctorado corresponden al 56% de la matrícula del programa (Figura). Las líneas de investigación que siguen, giran alrededor de la degradación de contaminantes en el agua con microorganismos, análisis de la toxicidad en cuerpos de agua, estudio de procesos atmosféricos, adsorción de contaminantes en agua, análisis de eventos extremos, variabilidad de condiciones climatológicas, remoción de microplásticos, agua subterránea, recarga de acuíferos, modelación dinámica, impacto de cambio de uso de suelo y condiciones climatológicas en el escurrimiento, degradación de lignina y compuestos fenólicos con enzimas ligninolíticas, gestión integrada del agua, uso de algas para tratamiento de aguas residuales, riesgos hidrometeorológicos, modelación hidrológica e hidráulica, índices ecohidrológicos, remoción de nanoplásticos con coagulantes, biogranulación para remover materia orgánica de aguas residuales, degradación de contaminantes orgánicos persistentes en agua residual, entre muchos otros temas relevantes.
Figura. Doctoras, estudiantes y candidatas del Doctorado en Ciencias del Agua de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).
El contar con la presencia de mujeres en proyectos de investigación, permite ampliar la perspectiva y obtener un mayor porcentaje de innovación en el desarrollo. Se debe sacar mayor provecho de la pasión por el conocimiento con la que las mujeres abordan los temas, buscando impulsar el liderazgo y transparencia en sus funciones. Incluso si queremos verlo desde un aspecto de beneficio económico, se ha observado que contar con mujeres en los equipos de trabajo de proyectos prioritarios, puede llegar a incrementar el producto interno bruto.
Y entonces, ¿qué sigue? Aunque existe una tendencia positiva de la presencia de la mujer en la ciencia y el apoyo a las niñas y adolescentes para perseguir el camino de los temas STEM, no es suficiente. Las mujeres que tenemos y hemos tenido la posibilidad de desarrollar y demostrar nuestras habilidades y capacidades en el ámbito profesional y científico, debemos aprovechar estos escenarios para servir de modelo a seguir a nuestras hijas, sobrinas, hermanas, primas, vecinas, amigas, adolescentes y niñas que tenemos a nuestro alrededor, para que sean valientes y rebeldes; porque si bien, este camino no es fácil, tampoco es imposible.
Continuemos haciendo que nuestro valor en las actividades STEM sea reconocido por nuestros pares, sociedad y familia, para que nuestro trabajo y esfuerzo sea un catalizador de la creación de más oportunidades para las niñas y mujeres dentro de la ciencia, ingeniería y tecnología. Y recordemos que la ciencia, no sólo se desarrolla en los laboratorios, sino también en el campo, utilizando herramientas computacionales, desarrollando simulaciones de procesos físicos y de la naturaleza, optimizando el diseño de equipos y obras, creando soluciones a problemas del día a día, operando infraestructura, o teniendo contacto con la sociedad y sus conflictos.
Alrededor de la temática del agua, la historia nos muestra que las mujeres tenemos un papel clave para el manejo y cuidado del agua, y eso no cambiará. Desde la salvaguarda del agua a nivel comunidad, hasta el diseño, construcción, supervisión, operación y mantenimiento de infraestructura hidráulica. Así que continuemos desempeñando el papel de cuidadoras del agua, cada de una desde nuestras trincheras, demostrando de lo que somos capaces y compartiendo las experiencias, pero sobre todo buscando el fin último, que es la protección del recurso hídrico.
Con mucho cariño para todas las mujeres que cada día con valentía y rebeldía, defienden y mantienen su lugar en el camino que abrieron nuestras predecesoras, demostrando que es posible. Y también, agradeciendo a nuestra red de apoyo (familia, pareja, amigos), sin quienes sería aún más complicada esta aventura.
Referencias
Ali, G., Basu, N., Chief, K., Feng, X., Muenich, R., Thompson, S., & Wescoat, J. L. (2023). A commentary on women’s contributions in hydrology. En Journal of Hydrology (Vol. 624). Elsevier B.V. https://doi.org/10.1016/j.jhydrol.2023.129884
ANEAS. (2023). Nuestra estructura. https://www.aneas.com.mx/nuestra-estructura
Asociación Mexicana de Hidráulica A.C. (2023). Liderazgos Femeninos en la Asociación Mexicana de Hidráulica. https://www.youtube.com/live/IN3LSv8-wwM?si=19bDFGzh_ZvWlJUn
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