Sequías recientes, sequías presentes: tres casos emblemáticos

Autor: Pedro Andrés Sánchez Gutiérrez

 

Bélgica y Europa Oriental

El año pasado, Bélgica enfrentó su mes de mayo más seco desde el siglo XIX, con condiciones que atrofiaron el crecimiento de los cultivos y redujeron los rendimientos de sus cosechas. Las autoridades de la provincia agrícola de Flandes Occidental prohibieron ese verano el bombeo de agua de los arroyos que corren hasta el río Yser, después de que los niveles del río fueran los más bajos registrados en 30 años.

“Normalmente obtengo de 50 a 60 toneladas de maíz por acre. Pero ahora tendremos que estar contentos con sólo la mitad de eso, con la condición de que comience a llover nuevamente”, dijo un agricultor de la ciudad de Kaaskerke (Biesemans & Rossignol, 2020).

La Unión Europea (UE) recortó sus previsiones de rendimiento para casi todos los cultivos ese mes, ya que Europa occidental y central se enfrentaron a un segundo mes de temperaturas superiores a la media y escasas precipitaciones (Biesemans & Rossignol, 2020).

Algunas partes de Bélgica se han enfrentado a la sequía durante cuatro años consecutivos. Los científicos dijeron que el cambio climático está agravando estas condiciones al interrumpir la «corriente de chorro», tal vez la más importante de las corrientes de aire del hemisferio norte, lo que puede significar que las condiciones climáticas duren más. «Podría significar lluvia durante semanas; o podría ser una sequía durante semanas, también», puntualizó David Dehenauw, del Real Instituto Meteorológico de Bélgica (Biesemans & Rossignol, 2020).

Por su parte, la racha de sequía ese verano que provocó incendios en Europa oriental, devastó cosechas y exacerbó una recesión económica profunda en dicha región, en magnitudes no vistas desde la caída del comunismo.

En algunas partes de Rumania y Polonia, la sequía fue la peor en cien años; en República Checa, la peor en 500 años. Lo anterior, planteó y sigue planteando preguntas sobre cómo garantizar la seguridad alimentaria, en una región con recuerdos dolorosos tanto de la escasez de alimentos como de la lucha por medicamentos y equipos de protección médicos bajo regímenes autoritarios, ahora haciendo frente a la pandemia por el coronavirus, y con una fuerte dependencia de China en términos de asistencia médica (Vilcu & Timu, 2020).

 

Compras de pánico
Como si fuera una escena de la época de escasez bajo el régimen del extinto Nicolae Ceausescu, la gente vació los estantes de las tiendas de alimentos cuando el gobierno bloqueó la economía y decretó el encierro en Rumania la primavera del año pasado. Después, la sequía golpeó y en ese país, el segundo exportador de trigo de la UE y donde la agricultura representa alrededor del 5% del PIB nacional, la cosecha de trigo cayó a la mitad del promedio anual. Eso llevó al gobierno a prohibir temporalmente las exportaciones, provocando reacciones en los mercados internacionales de productos básicos y una reprimenda, en consecuencia, de la Comisión Europea (Vilcu & Timu, 2020).

Con medidas de cuarentena tempranas y estrictas, los países del este de la UE evitaron un alto número de fallecimientos por coronavirus el año pasado, pero la simultánea aparición de la sequía provocó que algunos gobiernos, como el checo, decretaran la construcción inmediata de nuevos embalses (Vilcu & Timu, 2020).

Polonia, siendo el país más grande del bloque oriental de la UE y hogar de más de 2 millones de agricultores, de hecho, calculó en un 8% el decremento de su cosecha de cereales. Lo anterior condujo al primer ministro, Mateusz Morawiecki, a solicitar a los líderes de la UE un impulso en el gasto en política agrícola común para el periodo 2021-2027. Precisamente, una importante preocupación en los países en desarrollo de la UE oriental es el alza en los precios de los alimentos, ya que sus habitantes gastan una mayor parte de sus ingresos en alimentos que en los países occidentales de la UE (Vilcu & Timu, 2020).

Dichas señales no han pasado desapercibidas para la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés). “Las políticas de protección contra el coronavirus que limitan el comercio y el movimiento de bienes y personas están generando preocupación con los productos frescos, la carne, el pescado y las verduras, cuyos precios están aumentando”, señaló el año pasado Elena Conte, economista de la FAO (Vilcu & Timu, 2020).

 

Riesgos de incapacidad productiva y seguridad alimentaria
Los mayores exportadores de cereales del continente que colindan con las fronteras de la UE, Ucrania y Rusia, se libraron de la sequía en 2020, ya que las lluvias tardías de la primavera salvaron los cultivos que estaban en riesgo de secarse. También, en Rumania, algunos productores de leche y agricultores han invertido en tecnologías de riego, procesos que muchos no pueden permitirse en el tercer país más pobre de la UE (Vilcu & Timu, 2020).

Sin embargo, dado que los inventarios de granos apenas se han repuesto en Europa Oriental y se espera que los rendimientos de las cosechas se vean afectados, todavía existe el potencial real de una nueva prohibición de exportaciones. “Tomaremos más medidas para asegurarnos de tener suficientes reservas”, advirtió el ministro de agricultura rumano, Adrian Oros. “Estamos monitoreando y estamos listos para prohibir las exportaciones de granos nuevamente si creemos que nuestra seguridad alimentaria está en peligro” (Vilcu & Timu, 2020).

 

Chile

En el año 2019 Chile había enfrentado la peor sequía en 60 años. En ese entonces, el gobierno decretó una emergencia agrícola en más de 100 comunidades (Laing & Cambero, 2019), reportando disminución tanto de la precipitación en prácticamente todas las regiones del país como en los caudales de los ríos; hubo menos agua en los embalses y menor cantidad de nieve en las sierras.

Durante el mes de mayo de ese año la capital, Santiago, recibió tan sólo una cuarta parte de los niveles promedio de lluvia de los últimos 30 años y, en general, la sequía ejerció presión sobre los sectores minero y agrícola, forzando al primero a invertir en la desalación de agua de mar para sus procesos productivos (Laing & Cambero, 2019).

Este año, a partir del día 29 de agosto, más de 5.3 millones de personas (30% de la población nacional) se encuentran bajo decreto de escasez hídrica. Así, 135 comunas (40% del total) se encontrarán bajo esta medida, la cual tiene una duración de seis meses (Espinoza-Riquelme, 2021).

Uno de los instrumentos que se habilitan bajo este decreto es otorgarle a la Dirección General de Aguas del país la facultad de intervenir en la distribución de las aguas, como herramienta para poder coordinarse con los afectados y ver cómo ayudarles a reducir los impactos. En 2008, desde que se comenzó a implementar esta medida, se dictaron 6 resoluciones; en 2018, se firmaron 12. El año pasado fueron ya 33, y en lo que va del presente año se han dictado 26 (Espinoza-Riquelme, 2021).

Lo anterior confirma que, aunque la nación sudamericana contribuye relativamente poco a las emisiones globales de gases efecto invernadero, se encuentra entre las 10 naciones más afectadas por el cambio climático según las definiciones de la ONU. “Chile ha estado viviendo como si fuera un país con abundancia de agua”, había dicho en 2019 el presidente Sebastián Piñera. “El cambio climático y el calentamiento global han cambiado esa situación quizás para siempre. Tenemos que acostumbrarnos a utilizar recursos como el agua y la energía de forma más eficaz” (Laing & Cambero, 2019).

 


Figura 1. Región del Maule, Chile. Fuente: Unsplash.

 

Estados Unidos

Con el cambio climático y la sequía de largo plazo que siguen afectando al río Colorado, el gobierno federal norteamericano declaró el pasado agosto por primera vez escasez de agua en el lago Mead, uno de los principales embalses del río.

La declaración provoca cortes en el suministro de agua que, por ahora, afectarán principalmente a los agricultores de Arizona. A partir del próximo año, se les cortará gran parte del agua de la que han dependido durante décadas. Asimismo, se observa que se exigirán reducciones, aunque menores, para el estado de Nevada y México al otro lado de la frontera (en el marco del Tratado sobre distribución de aguas internacionales entre Estados Unidos y México vigente desde 1944).

No obstante, es probable que en los próximos años se produzcan recortes más grandes, que afecten a más de los 40 millones de personas en el oeste de Estados Unidos que dependen del río para al menos una parte de su suministro de agua, ya que un clima más cálido continuará reduciendo la cantidad de agua que fluye hacia el Colorado (debido a la lluvia y el derretimiento de nieve).

El Buró de Reclamación, una agencia del Departamento del Interior, declaró la escasez al emitir su última perspectiva del río para los próximos 24 meses. Ese pronóstico mostró que, para finales de este año, el lago Mead, el enorme embalse cerca de Las Vegas, alcanzaría su nivel más bajo desde que fue construida la presa Hoover en la década de 1930: estará al 34% de su capacidad (Fountain, In a First, U.S. Declares Shortage on Colorado River, Forcing Water Cuts, 2021). Los hidrólogos de dicha oficina pronostican que el nivel del lago continuará bajando durante los próximos dos años debido al cambio climático. Esto significa que Arizona probablemente enfrentará más reducciones en 2023 (incluidos medios urbanos), y California verá sus primeros recortes en 2024 (Fountain, Climate Fwd: Water cuts are coming in the West, 2021).

Los niveles de agua en el lago Mead y el otro gran embalse de Colorado, el lago Powell (compartido por los estados de Utah y Arizona), han estado cayendo durante años dejando un revelador «anillo de bañera» (blanco de depósitos minerales), ya que la demanda ha superado la oferta.

Los recortes obligatorios, denominados Reducciones Nivel 1, son parte de un plan de contingencia aprobado en 2019, después de largas negociaciones entre los siete estados que usan el agua del río Colorado: California, Nevada y Arizona en la cuenca baja, y Nuevo México, Utah, Colorado y Wyoming en la cuenca superior. Los pueblos nativos involucrados y funcionarios mexicanos también participaron en la planificación (Fountain, In a First, U.S. Declares Shortage on Colorado River, Forcing Water Cuts, 2021).

La escasez anunciada el 16 de agosto del presente año afecta a los estados de la cuenca baja, pero el Buró de Reclamación pudiera declarar una escasez similar para la cuenca alta el próximo año.

La declaración de escasez reducirá el suministro de agua del río Colorado en Arizona, que se da a través de un sistema de canales y estaciones de bombeo llamado Proyecto Arizona Central, en aproximadamente un 20%, o 512,000 acres-pies (agua suficiente para 1.5 millones de hogares durante un año, aproximadamente) (Fountain, In a First, U.S. Declares Shortage on Colorado River, Forcing Water Cuts, 2021).

Anticipándose a los recortes, algunos agricultores han dejado los campos en barbecho o se han cambiado a cultivos que requieren menos agua. Otros, bombearán más agua subterránea para compensar los recortes, lo que plantea preguntas adicionales sobre la sustentabilidad del recurso. “El río es el recurso icónico”, dijo Kevin Moran, del Fondo de Defensa Ambiental. «Pero también tenemos que pensar en la gestión de nuestras aguas subterráneas» (Fountain, In a First, U.S. Declares Shortage on Colorado River, Forcing Water Cuts, 2021).

La Dra. Sharon B. Megdal, directora del Centro de Investigación de Recursos Hídricos de la Universidad de Arizona, sostiene que el enfoque de la declaración respecto al estado del río conducirá a más esfuerzos en la región para usar menos agua. «Creo que vamos a ver algún tipo de adaptación», dijo. «Pero no sé si podemos hacer tanto para evitar más recortes». Con los diversos recortes de nivel que se negociaron, «en realidad sólo estamos hablando hasta el 2025″, señaló. “Si las cosas siguieran empeorando cada vez más, creo que habría algunas intervenciones para hacer aún más. No podemos dejar que el sistema fluvial falle» (Fountain, In a First, U.S. Declares Shortage on Colorado River, Forcing Water Cuts, 2021).

Por su parte, el lago Mead contiene ahora alrededor de 12 millones de acres-pies de agua, muy por debajo de su capacidad de casi 30 millones de acres-pies. La última vez que estuvo casi lleno fue hace dos décadas (Fountain, In a First, U.S. Declares Shortage on Colorado River, Forcing Water Cuts, 2021). Desde entonces, gran parte del suroeste norteamericano se ha visto envuelto en una sequía que, según los científicos del clima, rivaliza con algunas sequías prolongadas de los últimos 2,000 años. Incluso en épocas recientes, con capas de nieve considerables en las Montañas Rocosas, la cantidad de agua que corre hacia el río ha disminuido. Los investigadores señalan que el calentamiento es en gran medida el culpable, ya que los suelos se han vuelto tan secos que absorben gran parte de la nieve derretida como una esponja, antes de que llegue al río.

«El anuncio de hoy es un reconocimiento de que la hidrología que se planeó hace años y que esperábamos no ver nunca está aquí», dijo Camille Touton (16 de agosto de 2021), Subcomisionada del Buró de Reclamación (Fountain, In a First, U.S. Declares Shortage on Colorado River, Forcing Water Cuts, 2021).

En ese sentido, Moran recordó que el nuevo proyecto de ley de infraestructura estadounidense, que fue aprobado por el Senado, pero enfrenta un camino más difícil en la Cámara de Representantes, incluye al menos varios miles de millones de dólares que podrían ayudar a la región a hacer frente a esta nueva realidad. Lo anterior representa presupuesto para mejorar la llamada infraestructura natural, incluidos bosques, cuencas hidrográficas y acuíferos, lo que podría ayudar a reforzar el suministro, o al menos frenar el declive. “Nuestra infraestructura hídrica no son sólo embalses y plantas de tratamiento artificiales”, dijo. «También es el sistema natural» (Fountain, In a First, U.S. Declares Shortage on Colorado River, Forcing Water Cuts, 2021).

Foto de Portada: El Lago Powell y el «anillo de bañera» debido a la disminución por años de los niveles de agua. Fuente Unsplash

 

Referencias

Biesemans, B., & Rossignol, C. (29 de Mayo de 2020). Drought adds to Belgian farmers’ coronavirus misery. Obtenido de Reuters Web site: https://www.reuters.com/article/us-belgium-drought/drought-adds-to-belgian-farmers-coronavirus-misery-idUSKBN2351I7

Espinoza-Riquelme, N. (28 de Agosto de 2021). Efectos de la sequía: un 30% de los chilenos se encuentra bajo decreto de escasez hídrica. Obtenido de biobiochile Sitio web: https://www.biobiochile.cl/especial/aqui-tierra/noticias/2021/08/28/efectos-de-la-sequia-un-30-de-los-chilenos-se-encuentra-bajo-decreto-de-escasez-hidrica.shtml

Fountain, H. (18 de Agosto de 2021). Climate Fwd: Water cuts are coming in the West. Obtenido de The New York Times Web site: https://messaging-custom-newsletters.nytimes.com/template/oakv2?campaign_id=54&emc=edit_clim_20210818&instance_id=38209&nl=climate-fwd%3A&productCode=CLIM&regi_id=94782082&segment_id=66565&te=1&uri=nyt%3A%2F%2Fnewsletter%2F06231e57-d4db-5320-b266-6cd58f65

Fountain, H. (16 de Agosto de 2021). In a First, U.S. Declares Shortage on Colorado River, Forcing Water Cuts. Obtenido de The New York Times – Extreme Weather Sitio web: https://www.nytimes.com/2021/08/16/climate/colorado-river-water-cuts.html?campaign_id=54&emc=edit_clim_20210818&instance_id=38209&nl=climate-fwd%3A&regi_id=94782082&segment_id=66565&te=1&user_id=056e36e47eaeb0b07040f76239e4f8a2

Laing, A., & Cambero, F. (5 de Septiembre de 2019). Chile’s president announces water crisis team amid ‘intense’ drought. Obtenido de Reuters Web site: https://www.reuters.com/article/us-chile-environment/chiles-president-announces-water-crisis-team-amid-intense-drought-idUSKCN1VQ2SU

Vilcu, I., & Timu, A. (20 de Mayo de 2020). 100-Year Drought Hits Poor EU Region Already Reeling from Virus. Obtenido de Bloomberg Sitio web: https://www.bloomberg.com/news/articles/2020-05-20/100-year-drought-hits-poor-eu-region-already-reeling-from-virus

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