Datos energéticos y de salud de los océanos pt. I

Autor: Pedro Andrés Sánchez Gutiérrez

 

Los océanos están absorbiendo la mayor parte de la energía térmica adicional atrapada por el aumento de los gases de efecto invernadero (Pachauri, y otros, 2015).

Entre 1971 y 2010, los océanos del mundo absorbieron más del 90 por ciento de la energía térmica acumulada adicional resultante de los niveles crecientes de gases de efecto invernadero (Pachauri, y otros, 2015).

Esta energía extra está calentando los océanos, especialmente en la zona del agua más cercana a la superficie (Pachauri, y otros, 2015).

A nivel mundial, de 1971 a 2010, los 75 metros superiores del océano se calentaron un promedio de 0.11 grados Celsius por década (Pachauri, y otros, 2015).

Los científicos proyectan que los océanos continuarán calentándose, mayormente en las regiones subtropicales, tropicales y del hemisferio norte (Pachauri, y otros, 2015).

En aguas más profundas, el calentamiento será más pronunciado en los océanos del hemisferio sur (Pachauri, y otros, 2015).

 

El cambio climático está alterando la forma en que los océanos regulan las temperaturas globales.

Los océanos circulan el calor por todo el mundo a través de corrientes masivas de aguas profundas y superficiales, una de las más grandes es la Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés), que ayuda a regular el clima global (Jones, 2016).

El agua más cálida y menos densa puede ralentizar la circulación del calor  en el océano, al igual que los cambios de salinidad (como consecuencia del escurrimiento por el derretimiento del hielo de agua dulce terrestre) (Jones, 2016).

Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), es muy probable (90-100 por ciento de confianza) que el AMOC se debilite entre 11 y 34 por ciento, en promedio, durante el siglo XXI (Pachauri, y otros, 2015).

Esta desaceleración podría significar un enfriamiento en todo el hemisferio norte, mientras que partes del hemisferio sur se calentarían más (Pachauri, y otros, 2015).

Si bien temperaturas más frías parecen buenas noticias ante el calentamiento global, lo anterior podría significar un aumento masivo del nivel del mar en el este de Norteamérica junto a patrones cambiantes de lluvia que podrían afectar (a la baja) el escurrimiento de los ríos de Europa (Jones, 2016).

Fuente: The Climate Reality Project (2019). 24 Hours of Reality: Protect Our Planet, Protect Ourselves Slide Decks.

Referencias

Jones, N. (2016). How Climate Changes Could Jam The World’s Ocean Circulation. Yale University, Yale Environment 360. Retrieved from https://e360.yale.edu/features/will_climate_change_jam_the_global_ocean_conveyor_belt

Pachauri, R. K., Allen, M. R., Barros, V. R., Broome, J., Cramer, W., Christ, R., . . . Ypersele, J.-P. v. (2015). Climate Change 2014: Synthesis Report. Contribution to the Fifth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. Cambridge University Press. Retrieved from https://archive.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar5/syr/SYR_AR5_FINAL_full_wcover.pdf

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