(Aquello que no te comes, puede regresar en forma de un evento extremo)
M.E.G.A. Miguel O. Durán Rangel
Candidato a Doctor en Ciencias del Agua
Miembro de la Cátedra UNESCO en Riesgos Hidrometeorológicos
Universidad de las Américas Puebla
Hace poco, en una galaxia no muy lejana, en un planeta conocido por sus habitantes como la Tierra, se presentaron estudios que revelaron que, en 2019, después de las ventas a hogares, minoristas, restaurantes y otros establecimientos de la industria alimentaria, se desperdiciaron casi 931 millones de toneladas de alimentos. Esta cantidad de alimentos no consumidos, convertida en desechos, equivale al 17% de todos los alimentos disponibles para el consumidor en ese año (ONU, 2021).
Esta cifra nos lleva a reflexionar sobre la hambruna, y a resaltar que, en el año 2022, más de 250 millones de personas sufrieron de este flagelo (ONU, 2023). Además, actualmente otros 258 millones de personas en cerca de 58 países enfrentan un nivel importante de inseguridad alimentaria, mucho peor que en el año 2021 (ONU, 2023)
América Latina, a pesar de ser una de las regiones en donde hay menor cantidad de desperdicio de comida (alrededor del 15% de los productos disponibles), presenta una cantidad importante de alimentos desperdiciados, con 25 kilos de comida por persona al año. Parte de este desperdicio sucede en diferentes etapas del ciclo de vida de los productos alimenticios como se observa en la Figura 1, en donde el mayor porcentaje de comida no aprovechada se encuentra en las etapas de consumo y producción, seguidas muy de cerca por las etapas de manejo y almacenamiento (Basso et al., 2016).
Sin embargo, los lectores podrían preguntarse: ¿A qué se debe el título de este artículo más allá de la referencia a la cultura pop? Así como Dark Sirius pasó desapercibido gracias a que se disfrazó del Senador Palpatine estando frente a los ojos de la orden Jedi en las precuelas de la Saga Star Wars, la cantidad de gases de efecto invernadero (GHG por sus siglas en inglés) generada por el desperdicio de alimentos también suele ignorarse. Estas emisiones se producen desde el cultivo hasta la degradación de los millones de toneladas de comida desperdiciada. Por ejemplo, según Piña (2022), el 34% de las emisiones globales de dióxido de carbono provienen de alimentos desaprovechados. Si se analiza desde el conjunto de todos los gases de efecto invernadero, estaríamos hablando de un 8% de las emisiones globales totales (WWF, 2023).
Ilustración referencia al desperdicio de alimentos y la película Star Wars. Derechos de Propiedad Intelectual ©Freepik ( Creado con Microsoft Bing IA)
En el estudio realizado por Munesue y Masui en 2019, que expone los diversos impactos ambientales generados por el desperdicio de alimentos en Japón, se analizan aspectos como la pérdida de suelo, afectaciones al recurso hídrico y emisiones de GHG. En este último aspecto de las emisiones, determinan que el desperdicio de comida en el país nipón representó un total de 1.2 millones de toneladas de CO2 emitido a la atmósfera.
Esto sugiere que el tema de discusión queda claro. Con el aumento de las emisiones de gases como CO2, metano y óxidos de nitrógeno, entre otros que hacen parte de los GHG, se intensifica el efecto invernadero en el planeta, de la misma forma que se intensificó el lado oscuro dentro de Anakin Skywalker. Por consecuencia, se presenta un incremento en las temperaturas que altera las dinámicas atmosféricas y climáticas a nivel mundial. Según expertos, el cambio climático podría ocasionar largos periodos de sequías, aumentar la intensidad de lluvias con posibles inundaciones, huracanes y tormentas con mayor cantidad de energía y, por ende, una mayor capacidad destructiva.
Cabe destacar que los eventos extremos también ocasionan más pérdida de alimentos, que es un término diferente al desperdicio. El primero corresponde a las etapas de producción, almacenamiento y procesamiento y que pueden causar deficiencias en los procesos productivos e incluyen afectaciones por sequías e inundaciones. El segundo término se refiere a las etapas de distribución y consumo. Por eso se dice que los fenómenos hidrometeorológicos extremos pueden ocasionar en un futuro mayores pérdidas de alimentos, lo que podría convertirse en un círculo vicioso (perdidas de alimentos que ocasionan gases de efecto invernadero, que intensifican los fenómenos hidrometeorológicos, que ocasionan más pérdidas de alimentos). Por lo tanto, se deben buscar estrategias para prevenir el desperdicio de alimentos. En este texto, compartiremos algunas de las medidas recomendadas por la World Wildlife Fund para hacerlo (WWF, 2023):
- Planear con anticipación los menús y comprar solo los ingredientes en las cantidades necesarias.
- Usar el congelador para preservar alimentos que tengan un periodo de consumo prolongado.
- Ser creativo con los ingredientes disponibles en tu casa y así evitar comprar ingredientes de más.
- Mezclar, hornear o hervir aquellos alimentos que por su aspecto no parezcan apetitosos, pueden ser utilizados en diferentes recetas que aprovechen sus características nutritivas.
- Hablar sobre el tema, la divulgación de estas problemáticas ayuda a generar conciencia y de esta forma difundir de forma efectiva el mensaje.
Con esta información y generando conciencia, tenemos la oportunidad de ubicarnos en el terreno alto en la lucha contra el desperdicio de alimentos y el calentamiento global. Si algo nos enseñó la venganza de los Sith, es que quien está en terreno alto tiene la ventaja en el combate. Por lo tanto, es nuestra decisión saber utilizar esta ventaja y de esta forma evitar que tengamos eventos extremos con la fuerza destructiva de Darth Vader.
Por eso, estimado o estimada Padawan lector/a, es crucial que tomes acciones para reducir el desperdicio de alimentos y así lograr que este planeta se asemeje más a Naboo, un paraíso megadiverso, con un clima agradable y bellos paisajes y menos a Tatooine, un desierto de altas temperaturas, con poca fauna y flora, recursos reducidos y grandes tormentas de arena. Recuerda que solo en la tierra podemos disfrutar de Star Wars.
Que la fuerza te acompañe.
Referencias Bibliográficas
Basso,Natalia, Brkic, M., Moreno, C., Pouiller, P., & Romero, A. (2016). Valuing foods, avoiding losses and waste. DIAETA, 34(155), 25–32. http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1852-73372016000200004&script=sci_arttext
Munesue, Y., & Masui, T. (2019). The impacts of Japanese food losses and food waste on global natural resources and greenhouse gas emissions. Journal of Industrial Ecology, 23(5), 1196–1210. https://doi.org/10.1111/jiec.12863
ONU. (2021). ONU: se desperdicia 17% de todos los alimentos disponibles a nivel del consumidor. https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/comunicado-de-prensa/onu-se-desperdicia-17-de-todos-los-alimentos-disponibles
ONU. (2023). El hambre aumenta por cuarto año consecutivo y azota ya a más de 250 millones de personas. https://news.un.org/es/story/2023/05/1520632
Piña, A. G. (2022). Desperdicio de alimentos y emisiones de CO2. Alianza Alimentaria.
WWF. (2023). Lucha contra el cambio climático evitando el desperdicio de alimentos. https://www.worldwildlife.org/descubre-wwf/historias/lucha-contra-el-cambio-climatico-evitando-el-desperdicio-de-alimentos