Reutilización de aguas residuales: una opción para mitigar la creciente crisis de agua en la Ciudad de México.

Ing. Andrea Arredondo-Navarro

Candidata a Doctora en Ciencias del Agua

Miembro de la Cátedra UNESCO en Riesgos Hidrometeorológicos

Universidad de las Américas Puebla

andrea.arredondono@udlap.mx

Hoy, la Ciudad de México enfrenta graves problemas de escasez de agua debido a la sequía y a la sobreexplotación de los acuíferos.

A continuación, algunos detalles clave sobre la situación actual:

  • La Ciudad está situada en un valle de gran altitud con recursos hídricos naturales limitados y depende de fuentes externas para más del 40% de su suministro (Chen & Bilton, 2022).
  • El sistema Cutzamala, que suministra gran parte del agua corriente de Ciudad de México, al 12 de agosto de 2024 se encuentra aproximadamente al 37% de su capacidad (CONAGUAa, 2024), cuando el almacenamiento histórico para la misma fecha es del 65% (CONAGUAb, 2024).
  • La extracción excesiva de agua subterránea ha provocado problemas de hundimiento, con partes de la ciudad que se hunden a un ritmo de más de 23 centímetros por año. Esto daña la infraestructura de la ciudad y reduce la capacidad de almacenamiento de los acuíferos (Kimmelman, 2017).
  • El Valle de México ha sufrido una disminución de precipitaciones debido al cambio climático. Los últimos estudios muestran que las precipitaciones podrían reducirse entre un 10 y un 17% en la región para 2050, lo que limitaría aún más la disponibilidad (Behzadi et al., 2020).
  • La Ciudad de México tiene uno de los mayores índices de pérdida de agua por fugas dentro de los sistemas de distribución de todo el mundo. Se calcula que cada año se desperdicia entre un 30% y un 40% del suministro debido a este problema (Kimmelman, 2017).
  • En algunas colonias, durante los periodos de escasez, el abastecimiento de agua sólo está disponible durante unas pocas horas a la semana (Kimmelman, 2017).
Imagen de Sequía Image by Sven Lachmann from Pixaba (sequía)

Una forma de resolver este problema de escasez es la reutilización del agua residual como fuente de agua no potable (riego, procesos industriales), indirectamente potable (recarga de acuíferos) e incluso directamente como suministro de agua potable.

Las dos primeras alternativas ya se aplican con una fracción de las aguas residuales producidas en el Valle de Mexico. Sin embargo, esta agua reutilizada se destina principalmente para el riego de zonas en el Valle del Mezquital, en el estado de Hidalgo. Esto significa que no se aprovecha el agua residual al interior del Valle de México y por consecuencia, no se utiliza para el problema de escasez en la zona (Ontiveros-Capurata et al., 2013).


En México aún no se aplica el tratamiento de agua residual para su reutilización como agua potable. Tampoco se ha desarrollado la normativa necesaria para realizar este tipo de tratamiento en el país. Este, usualmente es más riguroso en cuánto a la eliminación de virus y patógenos que el tratamiento que se le da al agua residual para su emisión a cuerpos receptores como ríos, suelos, al océano (NOM001-SEMARNAT-2021) o a sistemas de alcantarillado (NOM-002-SEMARNAT-1996). El uso de agua residual como agua potable después de su tratamiento, suele desencadenar un “factor asco” alrededor del mundo. Uno de los principales motivos de este factor es el desconocimiento de los procesos de tratamiento de aguas residuales y de las normas de reutilización.

CIclo de Reuso del Agua por: Andrea Arredondo


Además, en México nos enfrentamos a otro reto importante para poder implementar este tipo de tecnología, la falta de confianza en las autoridades. Esto debido a la incompetencia y poca capacidad que la autoridad ha demostrado a través del tiempo para garantizar el cumplimiento de los estándares mínimos de calidad de agua. Por ejemplo, en un estudio realizado por Ontiveros-Capurata et al.(2013), se tomaron muestras de agua de los tres principales canales de drenaje (Gran Canal de Drenaje, Túnel Central de Desagüe y Río El Salto), y se evaluaron utilizando criterios de calidad para agua de riego (E-CCA-001/89; NTE-CCA-032/91; NOM-127-SSA1-1994). Sus resultados indicaron que el agua no cumplía con las directrices mexicanas vigentes en ese momento para conductividad eléctrica, sólidos disueltos totales, turbidez y los iones bicarbonato y sodio.


Para abordar eficazmente esta problemática, que comparte similitudes con muchos otros desafíos en México, resulta fundamental fortalecer las instituciones encargadas de supervisar y garantizar el cumplimiento de las normas ambientales, entre las que destacan la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (PROFEPA) y la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). Además, se debe
asegurar la suficiencia presupuestaria para la operación eficiente de las plantas de tratamiento de aguas residuales. Estas medidas cruciales deben ir de la mano con un enfoque integral para abordar la incidencia de la corrupción en el país.


Por otro lado, otras acciones para mitigar ese disgusto son las campañas de educación al público sobre el tratamiento y estándares utilizados (And the West & Standford University, 2023). Ya que las aguas residuales tienen que pasar por procesos rigurosos de filtración y desinfección para eliminar sólidos, bacterias y contaminantes antes de ser reutilizadas como agua potable. Normalmente, el agua a la
salida de este tratamiento suele estar más limpia que el mismo suministro de agua potable original (presas o ríos). Pero esto normalmente no es muy conocido por la sociedad en general.


Alrededor del mundo, hay muchos casos que demuestran el éxito de la reutilización de las aguas residuales. Por ejemplo:

  • Singapur – NEWater es la marca del agua regenerada producida en Singapur. Gracias a su avanzada tecnología de membrana y desinfección con UV, Singapur ha conseguido producir agua reutilizada de alta calidad que supera las normas de la Organización Mundial de la Salud sobre agua potable. En la actualidad, NEWater cubre el 30% de las necesidades totales de agua de Singapur (International Water Association, 2023).
  • Japón – Japón recicla más de 3,000 millones de m3 al año de efluentes de aguas residuales municipales tratadas para su uso en la agricultura, la restauración del medio ambiente y la reposición de las aguas subterráneas. En específico, la ciudad de Fukuoka City, Waterworks produce agua potable a partir de aguas residuales desde 1977, esta agua se reutiliza en la misma ciudad para los sanitarios y para riego (Kriss et al., 2021).
  • California y Texas son estados pioneros en el reúso de agua residual para uso no potable de agua (riego, uso industrial) e indirectamente potable (inyección a acuíferos para que en el futuro sea fuente de agua potable). Además, actualmente ambos estados ya tienen los parámetros y lineamientos para empezar a producir agua potable reutilizando agua residual (del baño al lavabo) (USEPA, 2018).


Otra acción importante para implementar este tipo de proyectos es involucrar a la comunidad en la planificación de la reutilización en vez de imponer soluciones. Cuando los ciudadanos participan en la toma de decisiones y el establecimiento de normas sanitarias, se genera más aceptación y confianza en la seguridad delos proyectos. Por ejemplo, en el caso del proyecto de Singapur (NEWater), la PUB (La Agencia Nacional del Agua de Singapur) trabaja de la mano del sector industrial y también implementa programas comunitarios. Dichos programas incluyen actividades para conmemorar el Día Mundial del Agua o el programa “Amigos del Agua”, cuyo objetivo es reconocer, inspirar y fomentar la administración comunitaria de los recursos hídricos del país. En el ámbito educativo, la PUB colabora con el Ministerio de Educación para incluir, entre otros, temas de conservación del agua en los programas escolares de los alumnos (UN WATER, 2023).

Vista Aérea Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Image by u_nnjglrk13q from Pixabay (WWTP)


Por otro lado, es importante resaltar que para implementar exitosamente este tipo de proyectos se debe trabajar a lo largo de varias administraciones gubernamentales. Esto debido a que se requerirían nuevas normas, diseños de plantas de tratamientos y años de monitoreo constante antes de poder implementarlo en la ciudad. También, es crucial reconocer que implementar un proyecto de tal
envergadura en la Ciudad de México demandaría cuantiosas inversiones y un compromiso genuino de la administración en turno para priorizar a la ciencia, la optimización de recursos y el bienestar social. Esto implicaría convocar a destacados científicos, al sector privado con probada experiencia en iniciativas similares y a organizaciones de la sociedad civil. Sin embargo, en el contexto actual, parecería haber una brecha creciente entre la agenda gubernamental y estos tres sectores clave. Quizá la magnitud de la crisis hídrica que enfrenta la ciudad pueda ser el catalizador para convocar una alianza en beneficio de millones de capitalinos.


Cabe mencionar que existen contaminantes emergentes que aún no están regulados, como los microplásticos, ciertos residuos de hormonas, de antibióticos, entre otros. Esto puede ser un reto para la reutilización del agua residual, pero es importante resaltar que también lo es actualmente para el tratamiento de cuerpos de agua que sirven como abastecimiento de agua potable como ríos, lagos o
agua subterránea, que no están exentos de la filtración de dichos contaminantes.


Si bien el disgusto por las aguas residuales recicladas es natural, México y otros países deben superar esta reacción dada la creciente demanda de agua y las amenazas de sequía, hambruna y enfermedades por falta del recurso. Con un tratamiento adecuado, implementación óptima de la regulación, participación de la comunidad y comunicación urgente sobre la necesidad, se espera que la
reutilización del agua se convierta en un elemento básico del suministro de agua potable del futuro.

Referencias Bibliográficas