Autores: M.I. Adriana Serrano Santiago1, Lic. Luis Gómez García2
1 Candidato a Doctorado Ciencias del Agua, Universidad de las Américas Puebla.
2 Estudiante de Maestría en Educación Básica, Universidad Pedagógica Nacional, Puebla.
Factores como el crecimiento de la población, la rápida urbanización, la industrialización, el desarrollo económico, el desordenamiento territorial, el cambio climático, entre otros, están obligando a muchas naciones a sobreexplotar el recurso hídrico, ejerciendo una demanda sin precedentes para diferentes usos consuntivos. Los sistemas de gobernanza han sido ineficaces, lo que ha generado riesgos de agotamiento de la cantidad, degradación de la calidad y reducción de la reposición del recurso hídrico. Sin duda, una forma de garantizar el suministro de agua en el futuro es reducir su consumo, aumentar la eficiencia en la agricultura, reciclar cuando sea factible, e implementar nuevas políticas (ONU, 2014).
En el informe “La Sequía en Números” publicado en 2022, la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) pide alcanzar un compromiso en materia de preparación y resiliencia ante la sequía en todas las regiones del mundo, debido a que en algunos países se presenta una tendencia ascendente en la duración de dicho fenómeno y la gravedad de sus impactos, que afectan a las sociedades y a los sistemas ecológicos. Adicionalmente, se indicó que la humanidad debe acelerar los esfuerzos dirigidos hacia la reducción de las sequias utilizando todas las herramientas posibles (Naciones Unidas, 2022).
Desde tiempos memorables, la sequía y la falta de agua han sido factores determinantes del desarrollo humano; las grandes hambrunas han propiciado la movilización de pueblos, y en ocasiones su desaparición. Sin embargo, este fenómeno, también ha sido un motor de desarrollo tecnológico, al impulsar los avances científicos para mejorar la gestión y uso del recurso hídrico. Para la cosmovisión indígena dispersa en diversas etnias culturales en lo que se denominó Mesoamérica y que a su vez gran parte de ella se encuentra comprendida dentro de México, ha sido fundamental la relación con los fenómenos naturales, especialmente el agua, y su representación simbólica (SEMARNAT, 2016).
Para los antiguos mexicas, Tláloc, ‘Néctar de la tierra’, era el dios encargado de las lluvias y se hacían diversas ceremonias para honrarlo. Fray Bernardino de Sahagún y Alfredo Chavero lo describen como el dios del rayo, de la lluvia y de los terremotos. Así mismo, Chaac, deidad maya asociada al agua y la lluvia, era invocado para obtener abundancia en las cosechas. Moraba en cuevas y cenotes, los cuales eran portales a Xibalbá (inframundo maya) (CONAGUA, 2018). En el sur del continente, los incas veneraban a Illapa, un dios asociado a los fenómenos meteorológicos que incidían directamente en la agricultura (Chávez, 2021).
En la actualidad, la conocida y fotografiada ceremonia de los Voladores de Papantla de origen Totonaco, inscrito desde el año 2009 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, representa un saludo al Padre sol y petición a las deidades de la lluvia para que fertilice el suelo; en ella los cuatro actores principales simbolizan los puntos cardinales, y su descenso hasta el suelo significa la caída de la lluvia (UNESCO).
Ante el escenarios de escasez y estrés hídrico. desde finales de la década de los años 40 los científicos han estado trabajando para comprender cómo alterar la manera en que el agua se forma y se mueve dentro de una nube. Las nuevas tecnologías como la nanotecnología están ampliando las herramientas existentes con las que cuentan los meteorólogos para estudiar y comprender las nubes y su modificación. En más de 50 países se han aplicado programas operativos para modificar artificialmente el tiempo, tales como disipadores de niebla, condensación de nubes, precipitación artificial, o bombardeo de nubes, también conocido como «siembra de nubes». De esta última técnica se tienen dos enfoques: siembra glaciogénica la cual utiliza agentes como el yoduro de plata o la siembra higroscópica, generalmente con una sal simple.
¿En qué consiste el bombardeo de nubes?
Este método de estimulación de lluvias consiste en liberación o “bombardeo” de moléculas de yoduro de plata en las nubes para precipitar la lluvia. Al ser este compuesto químico similar a una molécula de agua en estado sólido (hielo), se adhiere a las nubes, provocando que ganen volumen y peso y, finalmente, se genere la precipitación. Cabe recordar que el yoduro de plata es tóxico y la siembra de nubes a gran escala podría tener “riesgos ambientales que deben gestionarse mediante una planificación y un seguimiento cuidadosos”, señala el Instituto de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) (Barragán, 2023).
Entre algunos países que han aplicado los programas para modificar el clima, los Emiratos Árabes Unidos, en el año 2016 realizaron 177 operaciones de siembra de nubes, la mayoría usando la siembra higroscópica, para aumentar los niveles en acuíferos y embalses (Munoz, 2017). Por su parte, China anunció en diciembre del 2020 su objetivo de ampliar su programa de lluvia o nieve artificial para cubrir casi el 60% de su territorio en el año 2025 (5,5 millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente tres veces México) (Gil, 2021) . De acuerdo con lo señalado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a través de la Comisión Nacional de Zonas Áridas (Conaza) de México, en el año 2021 se inició el Programa de Estimulación de Lluvias para Mitigar la Sequía mediante el bombardeo de nubes con el desarrollo de proyectos regionales en Chihuahua, Sinaloa, Sonora, Coahuila, Durango y Zacatecas, con los cuales se logró aproximadamente un exceso de lluvia del 45% con respecto a la temporada húmeda (SADER, 2022).
Sin embargo, aunque «la siembra de nubes podría ser una herramienta para aumentar las precipitaciones, no se trata de un mecanismo ‘destructor de sequías’ porque se necesitan nubes. «Nadie puede fabricar o disipar una nube», según indica Roelof Bruintjes, del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (NCAR) y presidente del Equipo de expertos sobre modificación artificial del tiempo de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) (Munoz, 2017). No obstante, es importante recordar lo señalado por Andrea Flossmann, del Observatorio de Física del Globo de Clermont Ferrand (Francia) que, para todas las modificaciones del clima, intencionadas o no, la atmósfera no tiene barreras, y que los aportes pueden no tener el efecto deseado en las inmediaciones, pero sí efectos no deseados en otro lugar.
Ahora bien, de acuerdo con el reporte del Monitoreo de Sequia de México presentado por CONAGUA el 30 de abril del presente año, el 48% del país sufre al menos algún tipo de sequía entre moderada a extrema (D1 a D3), especialmente en estados del norte (Aguascalientes, Coahuila, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Sinaloa y Zacatecas) (CONAGUA, 2023). Por lo tanto, la comunidad científica, académica y social debe hacer todo lo posible ante la crisis climática, desde crear conciencia mediante danzas a la lluvia y ofrendar a los diferentes dioses, como lo hacían los antepasados; hasta aplicar medidas de prevención y mitigación para generar y desarrollar políticas en pro del ambiente.
Referencias
Barragán, A. (29 de marzo de 2023). México bombardea las nubes para mitigar la sequía en el sistema Cutzamala. El País. Obtenido de https://elpais.com/mexico/2023-03-29/mexico-bombardea-las-nubes-para-mitigar-la-sequia-en-el-sistema-cutzamala.html
Chávez, J. (25 de mayo de 2021). Quién es Illapa, el dios de la lluvia, el trueno y el rayo según la mitología Inca. El Comercio. Obtenido de https://elcomercio.pe/somos/historias/truenos-en-lima-quien-era-illapa-el-dios-de-la-lluvia-el-trueno-y-el-rayo-segun-la-mitologia-inca-senamhi-fenomeno-metereologico-twitter-noticia/?ref=ecr
CONAGUA. (04 de abril de 2018). 10 Deidades prehispánicas relacionadas con el agua que debes conocer. Obtenido de https://www.gob.mx/conagua/articulos/10-deidades-prehispanicas-relacionadas-con-el-agua-que-debes-conocer?idiom=es
CONAGUA. (2023). Monitor de Sequía de México. México. Obtenido de https://smn.conagua.gob.mx/es/climatologia/monitor-de-sequia/monitor-de-sequia-de-america-del-norte
Gil, T. (10 de febrero de 2021). El ambicioso plan de China para poder «sembrar nubes» en la mitad de su territorio (y por qué preocupa a sus países vecinos). BBC New . Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias-55896776
Munoz, L. (2017). Sembrando el cambio en la modificación artificial del tiempo a nivel mundial. OMM. Obtenido de https://public.wmo.int/es/resources/bulletin/sembrando-el-cambio-en-la-modificaci%C3%B3n-artificial-del-tiempo-nivel-mundial-0
Naciones Unidas. (12 de Mayo de 2022). El número y la duración de las sequías han aumentado un 29% desde el año 2000. Obtenido de https://news.un.org/es/story/2022/05/1508622
ONU. (24 de noviembre de 2014). Decenio Internacional para la acción «El agua fuente de vida» 2005-2015. Obtenido de https://www.un.org/spanish/waterforlifedecade/water_cities.shtml
SADER. (20 de julio de 2022). Estimulación de lluvias: ciencia y tecnología para contrarrestar la sequía. Obtenido de https://www.gob.mx/agricultura/es/articulos/estimulacion-de-lluvias-ciencia-y-tecnologia-para-contrarrestar-la-sequia
SEMARNAT. (2016). Agua en la cosmovisión de los pueblos indígenas en México. México. Obtenido de https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/121740/Agua_en_la_Cosmovisi_n.compressed.pdf
UNESCO. (s.f.). La ceremonia ritual de os Voladores. Obtenido de https://ich.unesco.org/es/RL/la-ceremonia-ritual-de-los-voladores-00175