Autor: Pedro Andrés Sánchez Gutiérrez
Los fenómenos meteorológicos extremos se producen tanto en los océanos como en la atmósfera. Las ondas de calor marinas (OCM), períodos de temperaturas anormalmente altas, están aumentando en frecuencia, con un 54% más de días de OCM por año entre 1987 y 2016 que entre 1925 y 1954 (ver Fig. 1), y sus impactos en las especies y los ecosistemas están siendo descubiertos aún (Oliver, y otros, 2018) (Smale, y otros, 2019).
Los científicos están cuantificando y contrastando la magnitud y los impactos de varias OCM prominentes y están descubriendo que las OCM tienen efectos negativos en una amplia gama de organismos marinos, con importantes ramificaciones socioeconómicas y políticas.
Dichos eventos, definidos como periodos en los que las temperaturas diarias de la superficie del océano exceden un umbral local temporal o estacional (Smale, y otros, 2019), varían en sus manifestaciones físicas, pero todas afectan a especies clave y alteran la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas marinos (Smale, y otros, 2019).
Los investigadores han descubierto que múltiples regiones dentro de los océanos Pacífico, Atlántico e Índico, son particularmente vulnerables a la intensificación de OCM, debido a la coexistencia de altos niveles de biodiversidad, una prevalencia de especies que se encuentran en su límite térmico o impactos humanos simultáneos no climáticos (Smale, y otros, 2019). Aunque las OCM estudiadas variaron en sus manifestaciones físicas, todas fueron perjudiciales en una variedad de procesos y organismos, incluidas especies críticas como corales, pastos marinos y algas.
Las temperaturas extremas experimentadas durante las OCM pueden tener efectos adversos en los organismos marinos, lo que lleva a una mortalidad generalizada, cambios en el rango de especies y cambios en ecosistemas enteros y procesos ecológicos.
Así, además de las amenazas que ya enfrentan los ecosistemas marinos como la sobrepesca, la acidificación y la contaminación plástica, los períodos de temperaturas extremas pueden causar cambios ecológicos rápidos y profundos, lo que lleva a la pérdida de hábitat, extinciones locales, capturas pesqueras reducidas y cadenas alimenticias alteradas. De la misma manera en que las ondas de calor atmosféricas pueden destruir cultivos, bosques y poblaciones de animales, las OCM pueden devastar los ecosistemas oceánicos.
Finalmente, los investigadores concluyen que el cambio climático continuará aumentando la frecuencia de las OCM, su intensidad y su duración.
Fuente: The Climate Reality Project (2019). 24 Hours of Reality: Protect Our Planet, Protect Ourselves Slide Decks.
Referencias
Oliver, E. C., Donat, M. G., Burrows, M. T., Moore, P. J., Smale, D. A., Alexander, L. V., . . . Wernberg, T. (2018). Longer and more frequent marine heatwaves over the past century. Nature Communications, 9, 1324-1335. doi:10.1038/s41467-018-03732-9
Smale, D. A., Wernberg, T., Oliver, E. C., Thomsen, M., Harvey, B. P., Straub, S. C., . . . Moore, P. J. (2019, Marzo 4). Marine heatwaves threaten global biodiversity and the provision of ecosystem services. Nature Climate Change, 9, 306-3012. doi:10.1038/s41558-019-0412-1