Autora: María de los Ángeles Areli Piña Ramírez

 

La primavera es una de las estaciones preferidas de los pequeñines, por contar con condiciones climáticas idóneas para el brote de flores que llenan el paisaje de colores. Asimismo, en esta época, se celebra el día del niño en México (30 de abril) y el día Mundial de la Tierra (21 abril), por lo cual a la autora de este escrito le pareció oportuno hablar de algunos puntos sobre la relación de las niñas y de los niños con el agua.

En primer lugar, es reconocido que la niñez, como etapa de vida, es decisiva en muchos sentidos para las siguientes fases del crecimiento humano. Por ello, es crucial el ofrecer educación a los chiquitines del cuidado, importancia y todo lo que representa el recurso agua, para la humanidad y todos los seres vivos del planeta.

Al despertar y sintiendo los primeros rayos del sol por la mañana, la primera sustancia necesaria para comenzar energéticamente el día es un vivificante vaso con agua. El porcentaje de agua en el cuerpo de los niños es de aproximadamente 65% (Helmenstine, 2021), y para poder mantener una adecuada regulación de todas las funciones que la pequeña máquina humana necesita realizar diariamente, es primordial una adecuada hidratación. Con relación a esto, Sadhguru (yogui indio) denota que “El agua no es una mercancía, pero un material que crea vida. Dos tercios de tu cuerpo son agua; estar consciente de este hecho es vital para la supervivencia”. Sin embargo, tristemente en el país hay estadísticas de que siete de cada diez niños en comunidades rurales desayunan con refresco (Delgado, 2019).

En nuestro cuerpo existe un equilibrio hídrico, definido por el agua que entra, menos el agua que sale. La ingesta diaria de líquidos y comida representa la ganancia, y la pérdida es a través de la orina y la transpiración, además de los procesos de regulación de los intestinos y pulmones (Rowntree, 1922). Proveer una adecuada hidratación a los niños ayudará a sostener la energía necesaria para que su cerebro realice las funciones esenciales y reduzca la fatiga, manteniendo su enfoque durante las labores escolares, lo que cobra relevancia en la nueva llamada educación a distancia. También mantendrá la termorregulación de sus cuerpos en los días de intenso calor y al ejercitarse durante las actividades deportivas (Hydration for Health, s.f.).

Un buen acercamiento para la comprensión de que el agua es un recurso limitado para la humanidad es, explicarles a los niños que el agua de consumo humano representa solo una pequeña cantidad del agua disponible en el planeta. Si bien la Tierra es alrededor del 71% agua, más del 96.5% se encuentra en los océanos y es agua salada (USGS, s.f.). Sin embargo, el agua restante, aunque es dulce, en su mayoría se encuentra en los glaciares y los acuíferos, lo que la hace menos alcanzable. Conjuntamente, el ciclo del agua y sus componentes es un tema importante que puede ser explicado de forma sencilla mediante los procesos de evaporación, transpiración, infiltración, y precipitación. El tópico puede aportar una gran oportunidad para que los niños desarrollen pensamiento crítico sobre la interconexión de todos de sus elementos y la complejidad de sus relaciones.

 

Fuente: Imagen por Johnny McClung en Unsplash.

 

Otro punto que ha faltado comunicarles a los niños, es que el artículo cuarto constitucional habla sobre el derecho humano al agua (suficiente, salubre, aceptable y asequible) garantizado por el Estado mexicano, y que fue incorporado en un Decreto Constitucional en el año 2012 (Wilder et al., 2020). En el mundo, uno de cada cinco niños no cuenta con acceso suficiente al recurso para satisfacer sus necesidades básicas, y muchos de ellos no asisten a clases para poder recolectar el preciado elemento (UNICEF, 2021). El crecer con el conocimiento del derecho humano al agua, al que somos acreedores por la ley, promoverá en los niños el abogar justamente por lo que les debe ser otorgado, pero también les dará herramientas de responsabilidad de salvaguardar y apoyar el uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos.

Finalmente, para infiltrar en esas maravillosas mentes la relevancia del agua con la vida, probablemente la mejor forma de hacerlo es con el ejemplo, realizando acciones de cuidado del agua y teniendo conversaciones casuales con las niñas y los niños, donde ellos puedan darse la oportunidad de cuestionarse sobre asuntos referentes al agua, que los lleve a reflexionar y a tener curiosidad sobre su importancia.

El involucramiento de los niños en el cuidado y la situación actual de la escasez del recurso hídrico en algunas partes del país se vuelve cada vez más determinante en el futuro que ellos tendrán. Al tener una mente abierta y perspicaz en la etapa que se encuentran, formarán una concepción fundamental de protección sobre el perfecto compuesto molecular inherente a la vida, el agua.

 

Referencias

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