Autor: Ing. Miguel Ángel Salomón Vera
Al hablar de juegos lo primero que se nos viene a la mente son el ajedrez, el póker, o deportes de conjunto como el fútbol o el baloncesto. Por tanto, al hablar de una teoría empleada para describir actividades recreativas como una estrategia para mejorar la toma de decisiones en la gestión del agua puede causar confusión.
Sin embargo, es conveniente extrapolar los principios utilizados en el ajedrez o el póker, para ayudar a los tomadores de decisiones a gestionar de una mejor manera el recurso hídrico de nuestro país, evitando escenarios catastróficos de escasez hídrica. Según lo anterior, surgen las siguientes cuestiones: ¿Qué entendemos como un juego? ¿Cuál es la relación de los juegos con la gestión del agua? De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, un juego se puede definir como aquel ejercicio recreativo o de competición sometido a reglas, y en el cual se gana o se pierde (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, 2023).
Además, debemos recordar que el agua es un derecho humano indispensable para vivir dignamente. Específicamente, en México este derecho se encuentra consagrado en el Artículo 4° constitucional, el cual indica que “Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible” (Const., 2012 art. 4).
Debido a que la disponibilidad de este recurso se ha visto mermada en las últimas décadas a raíz de los efectos adversos del cambio climático y a mecanismos de gestión hídrica deficientes (Lourdes González Parejo, 2020) , es de suma importancia tratar al agua como un bien social, ambiental y cultural, y no sólo como un bien económico fundamental.
En la actualidad, el recurso hídrico es uno de los principales núcleos de conflicto pero también de acuerdos entre naciones y al interior de ellas. Un claro ejemplo de estos conflictos lo podemos encontrar en la crisis política del estado de Chihuahua durante el año 2020 debido a las extracciones en la Presa la Boquilla, las cuales están destinadas a contribuir al cumplimiento del Tratado internacional suscrito por México y Estados Unidos en 1944. Esta crisis dejó grandes afectaciones sociales, así como el cierre de las oficinas locales de CONAGUA en el estado (García, 2021).
Sin irnos más atrás en el tiempo, encontramos la crisis hídrica de Monterrey del año 2022, la cual aún acarrea serios problemas sociales. De la misma manera, es preocupante la situación actual del país donde a finales de febrero del 2023 casi el 82% del territorio nacional se encontraba afectado por sequía (Servicio Meteorológico Nacional, 2023). Esta última ha encendido alarmas en los diferentes niveles de gobierno, debido a que las presas de almacenamiento que suministran el recurso hídrico al sistema Cutzamala (Valle de México) reportan un déficit del 24% por debajo de la media histórica (Enciso, 2023)
Como podemos observar, existe una creciente competencia por el agua debido, entre otros factores, a una deficiente gestión hídrica. Esto ha derivado en conflictos y disputas en todos los ámbitos de la sociedad. Así mismo, las principales actividades económicas del país requieren de una gestión estratégica del recurso hídrico por parte de los involucrados (empresas, agricultores, sociedad civil y gobierno en sus tres niveles). En consecuencia, se ha vuelto crucial contar con mecanismos que ayuden a la toma de decisiones de una manera adecuada y concisa, ya que, al no contar con estos, no solo ponemos en riesgo la seguridad hídrica del país, sino también la seguridad alimentaria y la salud pública, que puede derivar en un problema de seguridad nacional.
Jugando con el Agua
La teoría de Juegos Cooperativos surge en el año 1944 a través de los análisis del matemático John Von Neuman y el economista Oskar Morgenstern en su libro “La teoría de los juegos y el comportamiento económico”. Esta es una rama de las matemáticas que estudia la toma de decisiones y las interacciones entre quienes toman esas decisiones a través de modelos matemáticos, en donde los “juegos” son aquellas estructuras formalizadas de incentivos. En otras palabras, son aquellos beneficios que el jugador podrá obtener de acuerdo con sus decisiones, y cómo estos tienen injerencia en los beneficios y las decisiones de los demás actores involucrados en la problemática que se esté analizando.
En resumen, la teoría de juegos tiene como principal objetivo alcanzar aquel equilibrio entre distintos agentes “jugadores” que tratan de obtener beneficios, de manera que el resultado obtenido a través del uso de modelos matemáticos sea el más justo posible (Aragón Martínez & Ordoñez Sánchez, 2020) . En la práctica, esta teoría ha demostrado ser clave a la hora de tomar decisiones en diversos sectores, como las ciencias políticas, la estrategia, la biología, la filosofía y la economía. Su fortaleza reside en la capacidad de asignar eficazmente costos comunes y del reparto de beneficios, a través de formulaciones matemáticas simples basadas en los principios de eficiencia, equidad y aceptabilidad. (Sandoval et al., 2022).
¿Cuál es la relación del Agua con la Teoría de Juegos?
En materia hídrica, la aplicación de la teoría de juegos se puede ejemplificar a través del equilibro de Nash, el cual nos menciona que cualquier “evento” o juego con un número finito de estrategias tiene al menos un punto de equilibrio, en donde cada uno de los competidores maximiza su beneficio. Este concepto lo podemos analizar en términos de la asignación de costes adecuados del agua y las infraestructuras necesarias para que sea un bien social y económico accesible para todos. Debido a que esta repartición se debe de realizar de la manera más justa posible, en pro de garantizar un beneficio generalizado, el equilibrio de Nash logra obtener mejores planes o propuestas de gestión hídrica, en vistas de garantizar de manera adecuada la seguridad hídrica y alimentaria del país.
Referencias
Aragón Martínez, M., & Ordoñez Sánchez, M. (2020). Aplicación de la teoría de juegos a la gestión de centrales hidroeléctricas y el reparto de aguas en el trasvase Tajo-Segura.
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que reforma a la de 5 de febrero de 1857 (última reforma de 18 de noviembre de 2022), artículo 4, párrafo V, en DOF, 5 de febrero de 1917 (Mex.)
Enciso, A. (2023, Febrero 22). La Jornada. Retrieved from Aún sin iniciar temporada de estiaje el 81.94% del territorio está en sequía: SMN: https://www.jornada.com.mx/notas/2023/02/22/sociedad/aun-sin-iniciar-temporada-de-estiaje-el-81-94-del-territorio-esta-en-sequia-smn/
García, S. (22 de Octubre de 2021). El Financiero . Obtenido de La ‘guerra del agua’ termina en Chihuahua: Entregarán presa La Boquilla: https://www.elfinanciero.com.mx/estados/2021/10/22/la-guerra-del-agua-termina-en-chihuahua-entregaran-presa-la-boquilla/
Real Academia Española de la Lengua. (28 de febrero de 2023). Diccionario de la Lengua española. Obtenido de https://dle.rae.es/juego
Lourdes González Parejo. (2020). Aplicación de la Teoría de Juegos a los Recursos de Agua.
Sandoval, M. A. P., Martínez, J. L., & Reyes, F. L. (2022). “La teoría de juegos aplicada a la escasez del agua.” Scientific Journal of Applied Social and Clinical Science, 2(10), 2–8. https://doi.org/10.22533/at.ed.2162102216062
Servicio Meteorológico Nacional. (2023). Monitor de Sequía de México al 15 de Febrero de 2023.